La
sordera infantil puede afectar al desarrollo emocional, cognitivo y social del
niño.
Es
importante que se diagnostique lo antes posible para que la estimulación de la
comunicación entre el bebé, sus padres y su entorno empiece lo antes posible y
tenga un rápido efecto en su desarrollo.
Un
diagnóstico precoz de la hipoacusia en el bebé permite iniciar el tratamiento
antes de los 6 meses, evitando así alteraciones del lenguaje y favoreciendo al
desarrollo neuropsicológico del niño.
Según
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define la sordera como la
pérdida completa de la audición, en uno o ambos oídos.
Debemos
distinguir dos tipos: